En el contraste actual que vivimos, el Socialismo (en China, Viet Nam, Repùblica Democràtica Popular de Corea, Bielorusia, Cuba) desarrolla su economía en ascenso permanente, posibilitando a sus pueblos vivir cada día mejor; al contrario, el Capitalismo profundiza su crisis senil, a tal nivel que, su población soporta la peor inestabilidad laboral; crecen los índices de pobreza. A los trabajadores y empleados les asaltan los bolsillos elevando los impuestos, rebajando sus sueldos y salarios o para jubilarse les obligan tener mayor edad. A los jóvenes les duplican el precio de sus matrículas de estudio y otras exigencias que el F.M.I. impone, con la gracia de sus gobiernos venales. Ahora, esta crisis capitalista está centrada, principalmente, en el “núcleo” del sistema (EE.UU. Y EUROPA), donde, desde el 2008, la crisis financiera continúa quebrando cientos de bancos y empresas trans-nacionales. Sus gobiernos, para salvarlos, les entregaron millones de dólares, profundizando sus deficits fiscales. Para eso, los gobiernos yanqui y europeos, imponen a rajatabla recetas fondomonetaristas, descargando la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, empleados y la población. Así, los ricos transformaron la crisis en negocios suculentos, enriqueciéndose más, mientras que los trabajadores y la población agudizan su pobreza, siendo echados de sus trabajos, desalojados de sus viviendas, enrolados (mendigos) en las oficinas de desempleados, en fin soportando infinidad de dificultades.
Esta realidad, comprendida en su magnitud por el pueblo de los EE.UU., ha empujado a salir en las ciudades norteamericanas a manifestaciones de los “Ocupantes de Wall Street”, denostando al sistema capitalista con el grito: “Nosotros somos el 99% y ustedes el 1% que disfrutan el 60% de la riqueza nacional”. Conjugando con estas acciones,“Indignados” europeos en las plazas y las ciudades, con movilizaciones de miles y miles de manifestantes, exigiendo “Justicia ya, Democracia ya”. Aunque fueron duramente reprimidos, ha quedado sellado la sentencia sostenida por ellos: “El capitalismo ha fracasado”. A tal grado llega esta realidad, que un Presidente en la ONU ha sentenciado diciendo: “El causante de todos los males en la actualidad, es el capitalismo”
Algo más. El imperialismo trata de salir de esta crisis provocando guerras; pero, esta vez puede ser nuclear, como denunció el c. Fidel Castro. Y es que, históricamente, en las diferentes crisis cíclicas que pasó el capitalismo, hubo guerras como la Primera,la Segunda Guerra Mundiales, la guerra de Corea, la guerra de Viet Nam, de Irak y otras que son su producto. Hoy, los “Alcones” yanquis y europeos empujan a otras aventuras bélicas como la realizada en Libia, donde bajo el pretexto de defender a los ciudadanos libios del “genocidio Gadaffista”, bombardearon el territorio varios meses, matando a más de medio millón, con la complicidad de los traidores del Consejo Transitorio que organizaron un ejército mercenario. Hoy gobiernan, entregando la riqueza petrolera a las trans-nacionales en pago. Con similares acciones, casi una copia, quieren prender otro campo bélico, en Siria. No cesan sus provocaciones guerreristas contra Corea del Norte o instalando misiles con ojivas nucleares dirigidas contra Rusia o contra la República Popular de China. No esta exenta de esas provocaciones América Latina, sobre todo, contra aquellos países progresistas que dan pie a su soberanía y dignidad. Están en la mira Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y otros países, entre ellos Bolivia. En nuestro territorio ya se dieron algunos intentos como en el caso separatista de Santa Cruz o en la última, con la Marcha del Tipnis. Su táctica es clara: crear enfrentamientos sangrientos y muertos, para pretextar la existencia de “rebeliones y genocidios” y ellos intervenir con sus tropas imperialistas, con alguna justificación Por eso es deber revolucionario y humanitario, levantar las banderas de la PAZ .
Esta realidad, comprendida en su magnitud por el pueblo de los EE.UU., ha empujado a salir en las ciudades norteamericanas a manifestaciones de los “Ocupantes de Wall Street”, denostando al sistema capitalista con el grito: “Nosotros somos el 99% y ustedes el 1% que disfrutan el 60% de la riqueza nacional”. Conjugando con estas acciones,“Indignados” europeos en las plazas y las ciudades, con movilizaciones de miles y miles de manifestantes, exigiendo “Justicia ya, Democracia ya”. Aunque fueron duramente reprimidos, ha quedado sellado la sentencia sostenida por ellos: “El capitalismo ha fracasado”. A tal grado llega esta realidad, que un Presidente en la ONU ha sentenciado diciendo: “El causante de todos los males en la actualidad, es el capitalismo”
Algo más. El imperialismo trata de salir de esta crisis provocando guerras; pero, esta vez puede ser nuclear, como denunció el c. Fidel Castro. Y es que, históricamente, en las diferentes crisis cíclicas que pasó el capitalismo, hubo guerras como la Primera,la Segunda Guerra Mundiales, la guerra de Corea, la guerra de Viet Nam, de Irak y otras que son su producto. Hoy, los “Alcones” yanquis y europeos empujan a otras aventuras bélicas como la realizada en Libia, donde bajo el pretexto de defender a los ciudadanos libios del “genocidio Gadaffista”, bombardearon el territorio varios meses, matando a más de medio millón, con la complicidad de los traidores del Consejo Transitorio que organizaron un ejército mercenario. Hoy gobiernan, entregando la riqueza petrolera a las trans-nacionales en pago. Con similares acciones, casi una copia, quieren prender otro campo bélico, en Siria. No cesan sus provocaciones guerreristas contra Corea del Norte o instalando misiles con ojivas nucleares dirigidas contra Rusia o contra la República Popular de China. No esta exenta de esas provocaciones América Latina, sobre todo, contra aquellos países progresistas que dan pie a su soberanía y dignidad. Están en la mira Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y otros países, entre ellos Bolivia. En nuestro territorio ya se dieron algunos intentos como en el caso separatista de Santa Cruz o en la última, con la Marcha del Tipnis. Su táctica es clara: crear enfrentamientos sangrientos y muertos, para pretextar la existencia de “rebeliones y genocidios” y ellos intervenir con sus tropas imperialistas, con alguna justificación Por eso es deber revolucionario y humanitario, levantar las banderas de la PAZ .